top of page

LA CULPA Y EL JUICIO






LA CULPA Y EL JUICIO

El ser humano tiene una exagerada tendencia a no hacerse responsable de sus asuntos, de su vida en general. Esto se ve por la tendencia que tiene a culparse o culpar a los demás por las cosas que le suceden. Todo sería mucho más fácil si nos diéramos cuenta de que muchas veces estamos encallados en situaciones que nos bloquean y producen malestar y que en el momento en el que nos hacemos responsables sin culpabilizarnos, podemos cambiarlas.


La culpabilidad es una postura fácil, aun sufriendo los sentimientos que provoca el sentirnos culpables, es una postura fácil ya que es la manera de dirigir nuestra atención a otro punto focal que nos aparta del principal problema.


Escuché hace tiempo un proverbio Zen que decía, que cuando alguien te lanza una flecha envenenada, lo que menos importaba era la persona que lo hizo, lo que realmente urgía era quitar esa fleta de nuestro cuerpo para que no siguiera envenenándonos.


La responsabilidad y la culpabilidad es algo así. Si nuestra mente se enfoca en culpabilizar a otras personas o en sentirnos culpables, no está solucionando el verdadero conflicto o problema. Cuando la pelota está en otro tejado no podemos batearla, debemos asumir responsabilidades (no culpa) y recurrir a nuestra capacidad de cambiar las cosas.


Culpar no sólo enmascara nuestra propia contribución a la situación que nos preocupa y quita energía a nuestros esfuerzos para lograr los cambios que deseamos.


Abandonar todo tipo de juicios es también otro punto muy importante en este proceso de crecimiento personal y autodescubrimiento que estamos viviendo en esta era. Muchas veces rechazamos una parte de nosotros mismos porque la juzgamos como algo malo, o aceptamos el juicio de otra persona que era algo que no era correcto o real. No olvidemos que los juicios provienen del particular punto de vista de cada uno y no podemos dar validez a todo sin ser asertivos y tener una perspectiva equilibrada.

Podremos desarrollarnos como seres en equilibrio y libertad cuando mostremos esas partes nuestras sin juzgarlas. Simplemente somos lo que somos y estamos en el camino del crecimiento para eso, para que, a nuestro ritmo y proceso de evolución, avancemos mejorando hasta conseguir ser quienes deseamos ser.


Todos tenemos problemas y conflictos muy parecidos, no debemos avergonzarnos.

Cada uno tenemos nuestras peculiaridades, existen, están ahí y son totalmente humanas.


Es muy valiente afrontar lo que albergamos en nuestro interior. Sé que los procesos de autoexploración dan mucho miedo al principio, pero os garantizo que cuando los afrontamos, nos liberamos. Hemos creado una máscara para protegernos de la desaprobación y de la sensación de ser rechazados, de no ser amados.

Ahora nos da miedo saber lo que puede haber detrás de esa máscara. Es más, vivimos desconfiando de quién hay detrás de las máscaras que muestran los demás. Pero cuando comprendemos el daño que nos hacemos con eso, cuando comprendemos que no podemos seguir viviendo desconfiando, nos damos cuenta de que en ese proceso radica nuestro auténtico poder para cambiar, tanto a nosotros como a las circunstancias de nuestra vida.


Mirar detrás de la máscara se hace mucho más fácil si estamos dispuestos a abandonar conceptos arraigados, juicios y tomamos conciencia de hacernos responsables de nuestra vida.


Abandonemos el hábito de castigarnos con pensamientos autocríticos y pongamos en su lugar aprobación para cualquier paso positivo, por muy pequeño que nos pueda parecer en ese momento.


©Cristina Escalada

30 visualizaciones0 comentarios

Entradas relacionadas

Ver todo

Volver a Página de Inicio

bottom of page