¿QUIÉN ES EL ÁNGEL SOLAR?
El Maestro “El Tibetano” (“Mi Maestro”) dice:
“Usted, como alma en encarnación, se da cuenta conscientemente (subjetiva y a menudo débilmente presentido) de su YO real, el Ángel Solar, el Ángel de la Presencia”.
Este comentario no suele ser comprendido aunque resume una gran verdad, a medida que elevamos la conciencia nos hacemos receptivos al significado real de las enseñanzas.
¿Qué y quién es este Ángel Solar o Ángel de la Presencia? ¿Qué relación tenemos con Él?
Si intento situarme en los orígenes de la humanidad podría decir que, en sus orígenes, ésta fue creada como una Raza Maestra “humano-angélica” llamada “Los Turaneusiam” y que servirían como Guardianes del Planeta en su misión de ser una Biblioteca Viviente.
Esto significa algo así como decir que tenemos una parte humana y otra parte es un ángel. Pero necesito de vuestra visión multidimensional para poder ubicar esta parte angélica en nosotros, si bien en los orígenes de nuestra más antigua civilización, esa parte angélica se reflejaba en nuestro “cuerpo sutil” (no teníamos la densidad corporal que tenemos hoy en día), no podemos caer en el error de creer que ese ángel es nuestro cuerpo denso o físico.
Entonces… ¿Dónde se encuentra esa mitad angélica que existe en nosotros? Situémonos en nuestra verdadera estructura multidimensional, somos una triplicidad formada por un Ser Espiritual o Mónada, un Alma que ejerce de intermediario (aunque ahora me extenderé sobre este concepto) y un vehículo físico que está formado por tres cuerpos sutiles o energéticos que lo complementan.
Podemos encontrar diferentes nombres para el mismo concepto según diferentes filosofías o culturas a las que accedamos, pero si investigamos podremos observar que todo es lo mismo pero con un nombre adecuado a ese “hilo” de conocimiento. Yo me considero metafísica, por lo que mi terminología es la que encontraremos en cualquier libro de sabiduría antigua o conocimientos metafísicos de escuelas teosóficas o similares.
Cuando nuestro Ser más elevado, la Mónada o Ser Eterno, que “habita” en la Fuente, decide experimentarse en plano físico a través de “pequeños ciclos de vida física” que llamamos encarnaciones, requiere de un intermediario a “su imagen y semejanza” para que sostenga en una vibración intermedia y accesible a los cuerpos sutiles del Ser físico, toda la información original de su verdadera esencia, de su propósito, cualidades de rayo etc. Para la Mónada es imposible soportar la densidad de las vibraciones inferiores y es ese el motivo de este catalizador.
A este intermediario yo le doy el nombre de Alma, a la que defino como una mochila creada por el Ser Eterno y Esencial para que sea receptora y depositaria de toda esa información, cualidades y otros requerimientos necesarios para que el ser físico pueda desempeñar perfectamente su misión y experiencia en el ciclo de encarnaciones que emprende.
Mi definición del Alma en este artículo es simplificada y general, pudiendo extenderme y desarrollar este concepto muy ampliamente, pero voy a ampliar la información sólo en la medida que nos sea útil para saber sobre nuestro tema inicial, “qué es el Ángel Solar”.
Si elimino (momentáneamente) de la ecuación el nombre “Alma” aplicado al intermediario, expondré que la Mónada o Ser Eterno al querer experimentarse a sí mismo en una vibración densa del plano físico crea lo que en realidad podemos llamar EGO (nada que ver con el atributo que se le da a nivel de personalidad), pero ese es su nombre, el Ego, el Pensador, el ÁNGEL SOLAR. Éste es esa parte de Ángel que existe en nosotros. En los inicios de la creación se hacía sentir perfectamente y se expresaba a través de los cuerpos sutiles, reflejando esa divinidad que existe en nosotros, pero esto sucedió sólo hasta lo que se llama “La caída del hombre”. Ahora existe una separación vibratoria entre esa parte angélica en nosotros y el ser físico, lo que se llama “el velo”, resultado de dar más credibilidad, deslumbrarnos y fijar nuestra atención en el mundo de lo material y los deseos.
Este Ángel Solar es eterno y se manifiesta mientras la Mónada esté en el proceso de experimentarse en los ciclos de encarnación, terminados estos ciclos, este Ángel Solar es liberado y vuelve a la Fuente, retrotrayéndose y fusionándose a la Mónada, su origen. Veamos, que disponemos del mismo Ángel Solar y Alma hasta que terminamos con nuestro (de la Mónada propósito inicial, misión o aprendizaje). Esto es análogo a nuestra personalidad, que es la misma durante el ciclo de una misma vida.
A este Ángel Solar se le llama también Ser Crístico. El Ángel Solar lleva a la entidad humana a través de los ciclos de encarnaciones y para ello “expande” en sí lo que llamamos el Cuerpo Causal, siendo éste el “depósito de toda la información a la que podrá acceder el Ser humano. Digamos que el Ángel Solar es la Esencia que impulsa (el señor de los 3 rayos de Aspecto), y el Cuerpo Causal es el que aporta las fuerzas de rayo necesarias para la encarnación (Rayos de Atributo) – Todo esto resumiendo mucho-.
En cada encarnación que experimentamos obtenemos el extracto de esa experiencia a modo de conocimiento. Ese conocimiento si es integrado más allá del cerebro físico y de la mente inferior, se convierte en sabiduría volcado a nuestra Mente Superior y es lo que se llama CONCIENCIA. Esa conciencia se va depositando en ese Ángel Solar formando y dando lugar a lo que se llama Alma, se podría decir que el Alma se forma a partir de la conciencia adquirida en cada experiencia de vida, depositada en ese intermediario, por lo que el intermediario puede llamarse Alma o Ángel Solar.
Aquí lo dejo, seguiré extendiéndome en este tema ya que cuando empiezas a averiguar sobre él, enlazas un sinfín de conocimientos que se encuentran dispersos en nuestra mente y es como un puzle que empieza a tener sentido. Todo tiene un origen, una explicación, todo está interrelacionado en el Universo y no olvidemos que nosotros, formamos parte de Él. Somos mucho más de lo que creemos y nuestro potencial es inmenso.
Imparto el curso de ángeles donde nos iniciamos en el concepto de nuestra estructura real y de nuestro potencial y fuerzas que fluyen en nosotros siendo portadoras de nuestros verdaderos dones y cualidades.
Espero este artículo sea de tu interés y no olvides que la verdad está en tu interior y sólo has de reconocerla para que fluya a tu vida manifestando la perfección, armonía y equilibrio.
Copyrigth@Cristina Escalada
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