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  • LECTURA DE VELAS

    ¿TE HAS INSCRITO EN LA CLASE GRATUITA DE INTERPRETACIÓN DE LAS VELAS? Después de la masterclass de cómo usar las velas me ha gustado adjuntar una masterclass para conocer el significado de las velas. Una vez hemos escogido una vela determinada para un cometido, hemos elegido su color, la hemos escrito, ritualizado, etc… es importante observar su comportamiento tanto en el encendido como durante el transcurso de la quema, y por supuesto, interpretar el poso de la cera una vez se ha consumido. Todos estos detalles nos indicarán si vamos a obtener rápidamente o no nuestro propósito, o saber los detalles de cómo se irá sucediendo todo. Todos solemos poner en algún momento una vela, ya sea para decorar, para aromatizar una habitación o para pedir por algún asunto que deseamos solucionar. El caso es que todos podemos trabajar con las velas, realmente es un mundo apasionando cuando ves que de forma sencilla y eficaz recibes una ayuda para solucionar o apoyar las condiciones de tu vida. Desde luego antes de aprender a leer el significado de las velas es necesario comprender todos los pasos necesarios para ritualizarlas y consagrarlas, el encendido y peticiones. Una vez hecho esto podemos pasar al siguiente paso que es saber interpretar sus restos ya que de esa manera obtendremos información y datos de cómo funcionó el ritual, de si se cumplirá antes o después el objetivo, de los posibles obstáculos o bloqueos que puedan surgir, etc… Sabemos que hay muchos tipos de velas. Normalmente están hechas de aceite vegetal o parafina aunque en la antigüedad las brujas, druidas o videntes utilizaban la grasa animal aunque estuviera prohibida. Para dar color a la vela se utilizan materiales naturales que nos darán una mejor lectura. Os aseguro que cuando aprendes a fijarte en los restos de las velas y haces su lectura o interpretación, entras en un mundo que puede cautivarte, al igual que otros artes de adivinación, verás que tiene muchas posibilidades y utilidades y que además te dará serenidad, armonía, misticismo… Puedes leer las velas encendidas y sus restos, como dije, y cuanto más practiques verás que desarrollas más tu intuición. Esta práctica es todo un lenguaje, una comunicación entre las velas y tu en el que habrás de fijar tu atención y sobre todo practicar y adquirir experiencia hasta dominar la práctica. Si te interesa este tema te dejo el enlace a la masterclass gratuita y allí conocerás el significado que puedes dar a los restos de las velas. Deseo que lo disfrutes. Cristina Escalada© https://www.dinamicadecrecimiento.com/challenge-page/e2dcf5e8-03ea-4f46-acb8-33904bd5376e

  • LA REENCARNACIÓN Y EL OLVIDO

    LA REENCARNACIÓN Y EL OLVIDO Durante el camino de las encarnaciones se da una condición muy peculiar que parece que sucede solo para complicar más las cosas y que obstaculiza el proceso de evolución de las almas para alcanzar la iluminación. Es una especie de ignorancia u olvido que nos impide entender cuál es el verdadero propósito del alma, y que nos hacer perder la pureza natural obsesionándonos y enfocándonos únicamente en todo lo que nos satisface de tipo material. Esta condición según las diferentes culturas recibe un nombre y en la nuestra es lo que llamamos “mal” o “caída del hombre”, los budistas diferencian a la sociedad occidental con la oriental como materialistas y espiritualistas. Tras el proceso de la muerte, un ser reencarnado puede querer reparar sus errores cometidos en vidas anteriores , pero puede ser atrapado o absorbido por este “mal” y de nuevo enfocarse en el mundo de la materia haciendo que caiga en el mismo error de desconectarse con su esencia y propósito de vida y que desee de nuevo la satisfacción material. Sabe cual es el camino que debía seguir, pero lo olvida de nuevo, de manera que contrae nuevas deudas kármicas y será llamado de nuevo a reencarnar en más y más vidas hasta que por fin logre vender ese olvido que ciega su mente. Para poder vencer y llegar a esta meta ha de regirse por los principios morales y los valores espirituales, la correcta vida en coherencia y la contemplación de los sucesos en la vida física que le provocan sufrimiento para afrontarlos desde una perspectiva que le permitan ver en ellos el aprendizaje que le ayudará a despertar. Lo que llamamos karma representa las acciones de las vidas anteriores y el dharma indica los instrumentos efectivos que cada uno de nosotros puede tener a su disposición, osea cualidades adquiridas, dones, conocimiento, para poder derrotar ese apego a lo material y deshacer definitivamente el karma. Hay un dharma de tipo mental que sería el estudio de los libros sagrados, y otro de tipo emocional, la correcta vida familiar y en las relaciones humanas y la vida del ermitaño basada en la disciplina. En las filosofías orientales escuchamos repetidamente la simbología de la tela de araña para explicar la complejidad de la red que mantiene unidas las encarnaciones. A partir del ser todo se crea y se devora, como hace la araña que escupe y se vuelve a comer su tela. Ese es el destino de todos nosotros, obligados a producir continuas formas materiales que cada vez se disuelven y transforman de nuevo en entidades espirituales. Por otra parte, si la araña no construyese con tanto esfuerzo su tela, no podría alimentarse y recorrer al mismo tiempo su camino de vida. Vida tras vida construimos ese hilo que nos lleva a la unidad. Morir y luego renacer, y luego nacer y volver a morir: nada de esto es realmente tan inútil como nos parece ya que durante el camino atesoramos las más diversas experiencias que nos aportan sabiduría. LA MUERTE ES LA EXPERIENCIA QUE MÁS HEMOS REPETIDO Y LA QUE MÁS TEMEMOS Si nos preguntamos desde nuestra perspectiva occidental qué es la muerte, vemos que nuestra ciencia mantiene que cuando el encefalograma es plano significa el cese de actividad cerebral y de los latidos del corazón y por lo tanto, esto representa la muerte. Con esta teoría vemos que tenemos una percepción del “YO” desde un punto de vista del mundo ilusorio, materialista, que lo resume todo a nivel físico según la actividad o no actividad del cuerpo y nada más. Se enfoca la muerte como una “nada”, pero esta definición es solo un concepto, hay ya muchos casos de personas que han muerto y han revivido después de dar un encefalograma plano y que, además, han relatado experiencias vividas en los estados transitorios en los que han estado. En nuestra sociedad accidental nos han educado en la creencia de que la muerte es un estado terminal del cuerpo físico y que después no hay nada, que nos sumimos en un olvido, en un vacío que destruye la vida, que se la traba para siempre. Se compara a la muerte como un sueño, la oscuridad o un estado de inconsciencia en el que ya no sentimos sufrimiento alguno y que incluso las personas que sufren la desean porque creen que es como una anestesia final que terminará con su insoportable dolor. Pero la ciencia no tiene la visión espiritual y de hecho, la ciencia del ser interior, espiritual, empieza con el análisis de esa “nada”. La “NADA” es “nada”. Por lo tanto no puede existir en ningún lugar que pueda sugerir nada, por lo que cuando hablamos de ella con estas palabras como la que he usado “ELLA”, ya le estamos otorgando un estatus y significa que es “ALGO”, ya no es nada. La nada no puede tener un interior y exterior, no puede destruir, tragar o terminar una vida, porque no es nada. No puede contener energía o efectos ya que es nada y si lo tuviera sería algo. La nada no puede ser un estado o algo. No hay absolutamente nada que temer. No hay nada que esperar. La nada es la nada. Es curioso como pensamos en la “nada” como si fuera algo, nos contradecimos y en esa contradicción es donde podemos ver más claramente el estado de ilusión en el que vivimos. Cuando nos referimos a la muerte como un estado que nos conduce a la nada vemos que es una forma incorrecta de hablar. Creemos que porque el encefalograma muestre una línea plana nuestra existencia de la misma manera se esfuma como si nos hubieran dado una anestesia que ya nos impide sentir o tener conciencia. Concebimos la muerte como un lugar de quietud y paz donde nuestra conciencia “descansa en paz” y puede dormir, donde ya no puede ser molestada. Cuando pensamos en la muerte de esta manera nos estamos simplemente consolando, nos engañamos haciéndonos creer que la muerte es como un sueño profundo donde se eliminan las preocupaciones, las sensaciones, los dolores e incluso la conciencia, creemos que caemos en un sueño. Cuando nosotros nos dormimos por la noche tenemos la sensación de relajarnos en la seguridad de nuestra cama, tenemos un último momento de conciencia y nos dormimos y en unas horas tenemos un primer momento de despertar con la conciencia de haber estado en un sueño o de despertarnos de un sueño. Quizás podemos sentir como que hemos perdido la conciencia fuera de un sueño pero nunca tenemos la experiencia directa de haber perdido la conciencia, es decir, nunca hemos experimentado conscientemente el estar inconscientes por lo tanto, no podemos recordar lo que ha sucedido. Por lo tanto nuestra sensación de haber descansado se basa en ese primer momento de consciencia al despertar. El dormir es muy diferente al estado de la muerte. Asociamos el dormir con el refresco, el descanso, la paz y la tranquilidad por lo que para evitar la angustia de la incertidumbre de este proceso que tememos tanto, nos han hecho creer que la muerte es como un sueño en el que descansaremos eternamente. Ese es nuestro occidental consuelo. Pero ¿sería lógico pensar que tantas experiencias de una vida, tantos aprendizajes tienen como meta simplemente quedar en la “nada”? Yo creo que no y la mayoría de las culturas orientales también. Particularmente me gusta mucho la filosofía budista, ellos temen más que nadie a la muerte por el hecho de que si llega el momento y no están preparados para ella, si no han actuado correctamente, -según sus creencias- creen que pueden encarnar en animales y además enfrentarse en los estado intermedios a sus “devas iracundos”. Los tibetanos consideran como una cuestión de sentido común el hecho de que los seres existen a través de un continuo flujo de vidas y, que el proceso de la muerte, su estado intermedio y renacimiento sigue una pauta lógica y predecible, por ello se preparan durante toda su vida para este momento. Dijo Pascal: “-Si tras la muerte nos convertimos en nada, no estaremos allí para lamentarnos por no habernos preparado para algo. Pero si somos algo tas la muerte, y no nos hemos preparado de ninguna manera, o estamos mal preparados, entonces sentiremos un amargo, doloroso y largo lamento. Así que podemos perderlo todo por no prepararnos , sin nada que ganar; podemos ganarlo todo al prepararnos, sin nada que perder. Si nuestra preparación resulta que no es para nada, el poco tiempo gastado en esta vida no será lamentado por toda la eternidad. Si nuestra preparación es para algo, el tiempo que no le hemos dedicado para derrocharlo en los asuntos y placeres de está vida, será profunda y eternamente lamentado como una pérdida de recursos vitales.” En fin…a buen entendedor…. Si deseas conocer algo sobre tus vidas pasadas no te pierdas la masterclass “CÓMO RECORDAR VIDAS PASADAS”, seguro que te encanta. https://www.dinamicadecrecimiento.com/event-details/metafisica-como-recordar-vidas-pasadas

  • LA CULPA Y EL JUICIO

    LA CULPA Y EL JUICIO El ser humano tiene una exagerada tendencia a no hacerse responsable de sus asuntos, de su vida en general. Esto se ve por la tendencia que tiene a culparse o culpar a los demás por las cosas que le suceden. Todo sería mucho más fácil si nos diéramos cuenta de que muchas veces estamos encallados en situaciones que nos bloquean y producen malestar y que en el momento en el que nos hacemos responsables sin culpabilizarnos, podemos cambiarlas. La culpabilidad es una postura fácil, aun sufriendo los sentimientos que provoca el sentirnos culpables, es una postura fácil ya que es la manera de dirigir nuestra atención a otro punto focal que nos aparta del principal problema. Escuché hace tiempo un proverbio Zen que decía, que cuando alguien te lanza una flecha envenenada, lo que menos importaba era la persona que lo hizo, lo que realmente urgía era quitar esa fleta de nuestro cuerpo para que no siguiera envenenándonos. La responsabilidad y la culpabilidad es algo así. Si nuestra mente se enfoca en culpabilizar a otras personas o en sentirnos culpables, no está solucionando el verdadero conflicto o problema. Cuando la pelota está en otro tejado no podemos batearla, debemos asumir responsabilidades (no culpa) y recurrir a nuestra capacidad de cambiar las cosas. Culpar no sólo enmascara nuestra propia contribución a la situación que nos preocupa y quita energía a nuestros esfuerzos para lograr los cambios que deseamos. Abandonar todo tipo de juicios es también otro punto muy importante en este proceso de crecimiento personal y autodescubrimiento que estamos viviendo en esta era. Muchas veces rechazamos una parte de nosotros mismos porque la juzgamos como algo malo, o aceptamos el juicio de otra persona que era algo que no era correcto o real. No olvidemos que los juicios provienen del particular punto de vista de cada uno y no podemos dar validez a todo sin ser asertivos y tener una perspectiva equilibrada. Podremos desarrollarnos como seres en equilibrio y libertad cuando mostremos esas partes nuestras sin juzgarlas. Simplemente somos lo que somos y estamos en el camino del crecimiento para eso, para que, a nuestro ritmo y proceso de evolución, avancemos mejorando hasta conseguir ser quienes deseamos ser. Todos tenemos problemas y conflictos muy parecidos, no debemos avergonzarnos. Cada uno tenemos nuestras peculiaridades, existen, están ahí y son totalmente humanas. Es muy valiente afrontar lo que albergamos en nuestro interior. Sé que los procesos de autoexploración dan mucho miedo al principio, pero os garantizo que cuando los afrontamos, nos liberamos. Hemos creado una máscara para protegernos de la desaprobación y de la sensación de ser rechazados, de no ser amados. Ahora nos da miedo saber lo que puede haber detrás de esa máscara. Es más, vivimos desconfiando de quién hay detrás de las máscaras que muestran los demás. Pero cuando comprendemos el daño que nos hacemos con eso, cuando comprendemos que no podemos seguir viviendo desconfiando, nos damos cuenta de que en ese proceso radica nuestro auténtico poder para cambiar, tanto a nosotros como a las circunstancias de nuestra vida. Mirar detrás de la máscara se hace mucho más fácil si estamos dispuestos a abandonar conceptos arraigados, juicios y tomamos conciencia de hacernos responsables de nuestra vida. Abandonemos el hábito de castigarnos con pensamientos autocríticos y pongamos en su lugar aprobación para cualquier paso positivo, por muy pequeño que nos pueda parecer en ese momento. ©Cristina Escalada

  • LA LUZ Y LA OSCURIDAD

    La Luz está llegando, ¿podéis sentirlo? ¿Qué es lo que está sucediendo entonces? La conciencia es una forma de comunicación que está muy por encima de cualquier cosa, aunque no seamos conscientes de ello. La Consciencia es Luz, nos toca con su verdad para ayudarnos a entender qué está sucediendo en estos tiempos aparentemente difíciles. El cambio multidimensional que estamos experimentando quizás nos afecte más de lo que esperábamos, más de lo que somos capaces de explicar y comprender, afecta en nuestro entorno y circunstancias, pero esto que creemos que son problemas, aumenta nuestra sabiduría y capacidad de elevar la frecuencia vibratoria. Quizás os preguntéis si realmente la oscuridad está haciéndose dueña de la situación, pero la respuesta es NO. Debemos ser conscientes de algo, la oscuridad es una fuerza pero no es inteligencia, ni conciencia-sabiduría. La oscuridad es ignorancia, no tiene inteligencia, sencillamente se aferra a su obsoleto mundo de caos para intentar sobrevivir y forma parte del equilibrio cósmico que intenta sostenerse. La oscuridad también pertenece a un sistema que a niveles atómicos requiere mantenerse en equilibrio para sobrevivir. Ahora existe una gran batalla entre la oscuridad y la Luz, y esta oscuridad para sobrevivir y resistir intentará obligarnos a retroceder con mayor fuerza. Este es el momento que estamos viviendo y por eso a veces nos preguntamos si el lado oscuro está atrapando a la humanidad, pero debemos recordar que sólo es una fuerza. Nosotros disponemos de un sinfín de atributos, cualidades y Consciencia que nos hacen Trabajadores de la Luz, Guerreros de la Luz. Aunque no seas capaz de comprender esto todavía, te digo que si estás en la Luz puedes engañar a la oscuridad porque tu PUEDES VER, ella no ve y ese es el secreto. La oscuridad se presentará de muchas formas con sus trucos para romper nuestro equilibrio, para intentar apagar nuestra Luz, pero por ese motivo estamos aquí en estos tiempos, tenemos la ventaja, somos las semillas que deben plantar la paz en la Tierra y durante ese proceso se interrumpirá el viejo equilibrio de la Luz y la oscuridad, tarde o temprano la oscuridad disminuirá hasta el punto que no habrán guerras, ni epidemias, si bien siempre habrán desacuerdos que resolver se conseguirán los acuerdos de otras maneras. Estamos inmersos en la batalla que sabíamos que venía, El miedo es lo único que puede conseguir que la Luz disminuya e incluso se extinga, por lo tanto, sabemos que un cambio es inevitable, estamos en ese cambio, resistamos afrontándolo sin temor, rompamos los viejos paradigmas y demos paso a la nueva Edad Dorada. Y tú… ¿Qué vas a hacer con el tiempo que se te ha dado? Cristina Escalada©

  • CREENCIAS LIMITANTES Y MERECIMIENTO

    CREENCIAS LIMITANTES Y MERECIMIENTO: Muchas personas no alcanzan la felicidad porque han perdido la percepción de quiénes son, y no se dan cuenta del gran potencial que tienen y eso se refleja en una situación de inseguridad y de falta de autoestima que marca su experiencia de vida. ¿Quién eres? Si miras con perspectiva lo que has vivido hasta ahora, verás que tu experiencia actual es el resultado de tus creencias. Me gustaría hablar sobre las personas que, aún sin saberlo, no se creen merecedoras. Todo va conectado, por poco que nos parezca un pensamiento nos lleva a tomar una actitud que dará forma a nuestra realidad actual. Qué es el merecimiento. Todos somos merecedores de tener una vida de bienestar físico, emocional y económico, desde el momento en el que nacemos estamos bajo la influencia de formas de pensar y creencias arraigadas que proceden de nuestros padres, tutores, maestros, entorno social… en fin, hay tantos condicionantes que tienen acceso a nuestra mente y que deberíamos cribar y seleccionar, pero a esas edades tempranas no somos conscientes de la mayoría de ellos, a no ser que vayan en contra de nuestra más pura esencia, y los integramos en nuestro subconsciente como una verdad arraigada propia de nuestra naturaleza. Si las personas que nos educan nos dicen que somos seres maravillosos, que estamos actuando bien, que tenemos grandes potenciales, si nos dicen que nos quieren, si nos demuestran amor, posiblemente integraremos creencias de merecimiento, de seguridad en nosotros mismos, de valía, es decir, tendremos una base sólida donde forjar nuestro carácter y desde la que nos conduciremos por la vida sin inseguridades y arraigados al éxito y al bienestar. Pero qué pasa si esos tutores que están a nuestro lado en esos primeros años de nuestra vida, nos inculcan que somos malos, que no hacemos las cosas bien, que nos odian, que si no nos portamos bien nadie nos querrá. Puedo aseguraros que, ese tipo de palabras quedan grabadas en el subconsciente como patrones negativos que marcan nuestro nuestras experiencias de vida. Pensamientos que enraizarán en nosotros provocando una resistencia e impidiendo que todo fluya en armonía y equilibrio. Estas creencias integradas tan profundamente en nosotros siempre desarrollarán una forma de actuar que las valide, aunque nos perjudiquemos inconscientemente, pero siempre serán la referencia de todas nuestras actuaciones en la vida. Hay personas que pueden vivir en una tónica de victimismo para poder llamar la atención de las personas que les rodean, reclamándoles un poco de amor o de lo que ellos confunden con amor. Ese es otro punto importante, cuando una persona no se siente merecedora de ser amada, confunde el amor con la atención. Viven por lo general intentando complacer a los demás, para llamar su atención, esa que ellos creen que llenará ese vacío afectivo que sienten e intentan ganarse la aprobación de los demás siendo así muy difícil ser feliz. Ese vacío interno que sienten sólo se llena con el amor hacia uno mismo, ese es el punto de partida para la felicidad y el bienestar. No hay nadie en el mundo con potestad de determinar nuestra valía, somos seres con grandes dones y grandes cualidades, nadie es mejor que otro y todos tenemos las mismas oportunidades. Creo que para cambiar eso que no nos gusta de nosotros, deberíamos ahondar en nuestro interior y averiguar que creencias estamos validando en nuestros actos y si esas creencias son favorables o perjudiciales para nosotros. ©Cristina Escalada

  • ¿QUÉ O QUIÉN ES EL ÁNGEL SOLAR?

    ¿QUIÉN ES EL ÁNGEL SOLAR? El Maestro “El Tibetano” (“Mi Maestro”) dice: “Usted, como alma en encarnación, se da cuenta conscientemente (subjetiva y a menudo débilmente presentido) de su YO real, el Ángel Solar, el Ángel de la Presencia”. Este comentario no suele ser comprendido aunque resume una gran verdad, a medida que elevamos la conciencia nos hacemos receptivos al significado real de las enseñanzas. ¿Qué y quién es este Ángel Solar o Ángel de la Presencia? ¿Qué relación tenemos con Él? Si intento situarme en los orígenes de la humanidad podría decir que, en sus orígenes, ésta fue creada como una Raza Maestra “humano-angélica” llamada “Los Turaneusiam” y que servirían como Guardianes del Planeta en su misión de ser una Biblioteca Viviente. Esto significa algo así como decir que tenemos una parte humana y otra parte es un ángel. Pero necesito de vuestra visión multidimensional para poder ubicar esta parte angélica en nosotros, si bien en los orígenes de nuestra más antigua civilización, esa parte angélica se reflejaba en nuestro “cuerpo sutil” (no teníamos la densidad corporal que tenemos hoy en día), no podemos caer en el error de creer que ese ángel es nuestro cuerpo denso o físico. Entonces… ¿Dónde se encuentra esa mitad angélica que existe en nosotros? Situémonos en nuestra verdadera estructura multidimensional, somos una triplicidad formada por un Ser Espiritual o Mónada, un Alma que ejerce de intermediario (aunque ahora me extenderé sobre este concepto) y un vehículo físico que está formado por tres cuerpos sutiles o energéticos que lo complementan. Podemos encontrar diferentes nombres para el mismo concepto según diferentes filosofías o culturas a las que accedamos, pero si investigamos podremos observar que todo es lo mismo pero con un nombre adecuado a ese “hilo” de conocimiento. Yo me considero metafísica, por lo que mi terminología es la que encontraremos en cualquier libro de sabiduría antigua o conocimientos metafísicos de escuelas teosóficas o similares. Cuando nuestro Ser más elevado, la Mónada o Ser Eterno, que “habita” en la Fuente, decide experimentarse en plano físico a través de “pequeños ciclos de vida física” que llamamos encarnaciones, requiere de un intermediario a “su imagen y semejanza” para que sostenga en una vibración intermedia y accesible a los cuerpos sutiles del Ser físico, toda la información original de su verdadera esencia, de su propósito, cualidades de rayo etc. Para la Mónada es imposible soportar la densidad de las vibraciones inferiores y es ese el motivo de este catalizador. A este intermediario yo le doy el nombre de Alma, a la que defino como una mochila creada por el Ser Eterno y Esencial para que sea receptora y depositaria de toda esa información, cualidades y otros requerimientos necesarios para que el ser físico pueda desempeñar perfectamente su misión y experiencia en el ciclo de encarnaciones que emprende. Mi definición del Alma en este artículo es simplificada y general, pudiendo extenderme y desarrollar este concepto muy ampliamente, pero voy a ampliar la información sólo en la medida que nos sea útil para saber sobre nuestro tema inicial, “qué es el Ángel Solar”. Si elimino (momentáneamente) de la ecuación el nombre “Alma” aplicado al intermediario, expondré que la Mónada o Ser Eterno al querer experimentarse a sí mismo en una vibración densa del plano físico crea lo que en realidad podemos llamar EGO (nada que ver con el atributo que se le da a nivel de personalidad), pero ese es su nombre, el Ego, el Pensador, el ÁNGEL SOLAR. Éste es esa parte de Ángel que existe en nosotros. En los inicios de la creación se hacía sentir perfectamente y se expresaba a través de los cuerpos sutiles, reflejando esa divinidad que existe en nosotros, pero esto sucedió sólo hasta lo que se llama “La caída del hombre”. Ahora existe una separación vibratoria entre esa parte angélica en nosotros y el ser físico, lo que se llama “el velo”, resultado de dar más credibilidad, deslumbrarnos y fijar nuestra atención en el mundo de lo material y los deseos. Este Ángel Solar es eterno y se manifiesta mientras la Mónada esté en el proceso de experimentarse en los ciclos de encarnación, terminados estos ciclos, este Ángel Solar es liberado y vuelve a la Fuente, retrotrayéndose y fusionándose a la Mónada, su origen. Veamos, que disponemos del mismo Ángel Solar y Alma hasta que terminamos con nuestro (de la Mónada propósito inicial, misión o aprendizaje). Esto es análogo a nuestra personalidad, que es la misma durante el ciclo de una misma vida. A este Ángel Solar se le llama también Ser Crístico. El Ángel Solar lleva a la entidad humana a través de los ciclos de encarnaciones y para ello “expande” en sí lo que llamamos el Cuerpo Causal, siendo éste el “depósito de toda la información a la que podrá acceder el Ser humano. Digamos que el Ángel Solar es la Esencia que impulsa (el señor de los 3 rayos de Aspecto), y el Cuerpo Causal es el que aporta las fuerzas de rayo necesarias para la encarnación (Rayos de Atributo) – Todo esto resumiendo mucho-. En cada encarnación que experimentamos obtenemos el extracto de esa experiencia a modo de conocimiento. Ese conocimiento si es integrado más allá del cerebro físico y de la mente inferior, se convierte en sabiduría volcado a nuestra Mente Superior y es lo que se llama CONCIENCIA. Esa conciencia se va depositando en ese Ángel Solar formando y dando lugar a lo que se llama Alma, se podría decir que el Alma se forma a partir de la conciencia adquirida en cada experiencia de vida, depositada en ese intermediario, por lo que el intermediario puede llamarse Alma o Ángel Solar. Aquí lo dejo, seguiré extendiéndome en este tema ya que cuando empiezas a averiguar sobre él, enlazas un sinfín de conocimientos que se encuentran dispersos en nuestra mente y es como un puzle que empieza a tener sentido. Todo tiene un origen, una explicación, todo está interrelacionado en el Universo y no olvidemos que nosotros, formamos parte de Él. Somos mucho más de lo que creemos y nuestro potencial es inmenso. Imparto el curso de ángeles donde nos iniciamos en el concepto de nuestra estructura real y de nuestro potencial y fuerzas que fluyen en nosotros siendo portadoras de nuestros verdaderos dones y cualidades. Espero este artículo sea de tu interés y no olvides que la verdad está en tu interior y sólo has de reconocerla para que fluya a tu vida manifestando la perfección, armonía y equilibrio. Copyrigth@Cristina Escalada

  • NUESTRA OBLIGACIÓN COMO SERES ESPIRITUALES

    Nuestra obligación como “seres espirituales” Ese ser espiritual al que me refiero es “el hombre”-ser humano-. El hombre es quien asume esa obligación, aquí, en el plano físico. Ese ser humano, cada uno de nosotros, no somos otra cosa que el reflejo de nuestra Alma y la “sombra” de nuestro Ser Espíritu -mónada-. Hay algo tan sencillo y tan complicado a la vez y que determina esta obligación que debemos asumir de una vez y que nos ayudará a que al fin, podamos alcanzar ese nivel evolutivo que nos permitirá ascender: debemos conseguir manifestar en nuestra vida diaria la naturaleza, el carácter (no me refiero al temperamento humano), los propósitos y las intenciones del Alma o Yo Superior. Conseguir esto significa que habremos logrado, de forma gradual durante todas nuestras encarnaciones, que la energía del alma (energía egoica) se exprese a través de nosotros y a través del mundo, y será la manifestación de la perfección, de nuestra misión de vida y de la razón de nuestra existencia en este plano. Este es el único objetivo y propósito real de nuestra expresión de vida aquí, en el plano físico. Este es el punto de vista que debemos mantener en nuestra conciencia y que debemos aceptar. La mayor parte de la humanidad, incluso muchas enseñanzas de misticismo y otros libros relacionados se centran en el mundo material como enfoque de nuestra encarnación, se centran en las reacciones de nuestra personalidad, las “luchas” que mantenemos con nosotros mismos intentando hacernos un lugar en este mundo en el que vivimos y del cual creemos que es nuestro verdadero “escenario” de existencia. Todo esto es correcto pues estas luchas son reales desde nuestra percepción, pero lo correcto sería cambiar nuestra perspectiva de ellas y centrarnos en una visión más elevada. Si dejamos de centrarnos en estos aspectos materiales y nos situamos en los propósitos más elevados, que son nuestra verdadera razón de ser, cultivaremos nuestra relación con el Alma, y al crear ese hábito, nos situaremos en esa percepción que nos dará la verdadera información, conocimientos y sabiduría que nos dirigirá alineados con nuestro propósito. Nuestra obligación para conseguir “ser lo que realmente hemos venido a ser” consiste en expresar el objetivo del Alma en nuestra personal, como dije anteriormente. Para conseguir esto antes debemos aprender a aquietar nuestros vehículos inferiores -físico/etérico, emocional y mental- y empezar a visualizarnos como el “pensador egóico” que trata de dejar su impresión en nuestro cerebro físico. (cuando hablo de egóico, no me refiero al referente que conocemos a nivel de personalidad, hago referencia a la energía egoica o del Alma). Para esto hemos de conseguir y conquistar estas etapas: Imaginación Silencio Alineamiento Concentración Impulso determinante Como podremos ver, realmente la clave de lo que llamamos “Obligación” se basa en “estar al Servicio”. (Servicio a nuestra Alma). Este servicio manifiesta la vida del Alma en su propio plano y recordemos el que Alma es la manifestación del segundo rayo de amor-sabiduría. En esta era la humanidad estamos aprendiendo sobre este servicio de “amor-sabiduría”, ya que en las encarnaciones de las primeras razas de la humanidad, estas estaban experimentándose desde el reconocer su individualidad, y esta individualización llevaba a expresarse a través de la separatividad, la unidad del individuo en vez de la unidad grupal, la crítica discriminadora, el egoísmo o la vida centrada únicamente en los intereses del hombre. Imagino que esto os resuena ya que todavía hay muchas personas encarnadas que siguen ancladas en esta expresión del tercer aspecto y siguen en ese individualismo, crítica, egoísmo… El segundo aspecto que estamos empezando a experimentar es el que se caracteriza por la NO separatividad, la vida grupal como distinta a la unidad, la comprensión amorosa, que como resultado nos aporta as cualidades de la compasión, la identificación, el altruismo o la vida centrada en el grupo y no en el individuo. Este es nuestro objetivo actual. Conquistar este propósito con perseverancia y fe, producirá cambios radicales en nuestra vibración. Causará una descentralización y repolarización tan grande en nosotros, que podremos observar y disfrutar de esos grandes cambios en nuestras vidas. Cristina Escalada ©

  • LAS EMOCIONES COMO GUÍA

    LAS EMOCIONES COMO GUÍA Hay muchas maneras de intentar definir las emociones. Hoy en día se habla mucho de Inteligencia Emocional y realmente es, en la gestión de nuestras emociones, donde radica el éxito de nuestro Despertar de Conciencia en esta era. La actual humanidad está totalmente polarizada en el cuerpo emocional, esto quiere decir que su atención está fijada en un 90% en el mundo de los deseos, el mundo de la materia. Cuando estos deseos se “relacionan” o interactúan con el niño interior, siendo o no satisfechos, generan lo que llamamos emociones que son el resultado de esta interacción. Metafísicamente os diría que nuestro vehículo físico actúa en función de las instrucciones que recibe de ese cuerpo sutil que está más activo en él, y como os decía, en este momento ese cuerpo es el emocional y no el mental como debería ser en el Ser iluminado. El mundo que nos rodea impacta en nosotros a través de estímulos, situaciones, acontecimientos y experiencias a las que según reaccionemos, asociaremos a una emoción o quizás a un sentimiento. Las emociones nos ayudan a formar nuestros recuerdos ya que son registradas y asociadas a una situación determinada que ha activado en nosotros esa respuesta emocional. Si nos observamos en el día a día u observamos a nuestro alrededor, podemos ver como muchas veces pasamos por la vida sin poner conciencia, la vida sucede y nosotros vamos registrando esos sucesos en nuestro cerebro (mente inferior), sin siquiera hacer una reflexión de por y para qué hemos actuado o reaccionado de esa manera. Evidentemente muchos de nosotros estamos intentando cambiar eso, pero la mayor parte de la humanidad, vive su vida así, con el “piloto automático”. Parecen estar de moda las actividades como Mindfulness o meditaciones conscientes, el poder del ahora, etc. que no son otra cosa que un entrenamiento de toma de conciencia para que podamos aplicarlo en nuestro día a día, pero, ¿con qué objetivo? Está muy bien acudir a un taller o sesión de estas actividades, pero si después no las aplicamos a nuestra vida, no conseguimos nada, seguiremos con el piloto automático. Quiero que seáis conscientes de algo: Existen tres conceptos, EL INTELECTO, LA SABIDURÍA Y LA CONCIENCIA. El intelecto es lo que utilizamos para obtener conocimiento, de forma consciente o no, todo el conocimiento que extraemos de nuestras experiencias vividas -no sólo el que adquirimos a través de los libros o instrucciones- es llevado y registrado en el cerebro (mente inferior, os recuerdo que el cerebro es como una grabadora que registra todo). Allí esa información estará accesible a nosotros para cuando la necesitemos, de manera que cuando la vida nos ponga ante una experiencia similar, el cerebro volcará esa información en forma de la emoción registrada o el sentimiento, y nosotros seguramente actuaremos validando ese comportamiento, sea o no adecuado o necesario en ese momento vivirlo así. La Sabiduría podríamos decir que es resultado de aplicar consciencia a esa experiencia que estamos viviendo, es decir, cuando en vez de permitir que el cerebro registre las emociones resultantes de una vivencia llevamos a la reflexión ese acontecimiento y “analizamos” la situación e intentamos definir que tipo de emoción estamos sintiendo, de donde proviene, si tiene un fundamento coherente relacionado a la experiencia que estamos viviendo o si por el contrario, es un reflejo automático que nos muestra una emoción que proviene de otra experiencia pasada y que no necesariamente os es útil en este momento. Todas estas reflexiones aportan conocimientos que estamos aplicando en nuestro día a día, en nuestra realidad cotidiana y que al hacerlo de forma reflexiva y no inconsciente, es Sabiduría que queda disponible en nuestra mente inferior y superior. Esta sabiduría volcada al Alma es lo que llamamos Conciencia. -No confundamos la palabra Conciencia con consciencia- Cuando no sabemos gestionar bien nuestras emociones estas toman el control de nuestra vida y de forma indiscriminada influyen en nuestros pensamientos, comportamiento condicionando totalmente nuestro diario vivir. Estas emociones pueden afectar de manera muy negativa en nuestra vida ya que dirigirán nuestra conducta y forma de pensar y decidir en base a la emoción que esté actuando, por lo que hemos de ser conscientes de que las emociones negativas tendrán una capacidad especial en concentrar y retener nuestra atención en aquello que nos preocupa mientras que si sabemos gestionarnos y anclarnos en emociones y pensamientos positivos, conseguiremos ser más creativos y tener una vida mucho más armónica y saludable. Recordemos que las emociones nos ayudan a crear nuestros recuerdos y crean anclajes que vinculan determinadas situaciones con esas emociones. Cuando el impacto emocional es muy intenso pueden alterar el correcto funcionamiento de nuestro sistema hormonal -éste está vinculado al sistema de chakras de nuestro cuerpo etérico-, liberando determinadas hormonas como adrenalina, glucocorticoides y otras que pueden dañar nuestro organismo. Es importante para nuestra buena salud integral aprender a gestionar nuestras emociones y así tener un cuerpo emocional sano y equilibrado, que es el que contiene toda la energía que utilizaremos para crear nuestra vida. Si almacenamos emociones como la ira, el miedo, el rencor, la rabia, nuestras experiencias serán siempre el reflejo de esas emociones contenidas, seamos pues cautelosos y aprendamos a gestionarlas para evitar males mayores y avanzar siempre de forma coherente, alineados con lo que vinimos a ser. Y tu… ¿Qué vas a hacer con el tiempo que se te ha dado? Cristina Escalada©

  • ALMAS VIEJAS

    ALMAS VIEJAS… ¿lo recuerdas? Muchos somos almas viejas. Todos nosotros hemos estado ya encarnados en este planeta, muchas otras veces, nuestros Registros Akáshicos son largos, extensos. Algunos pertenecen a la antigua Lemuria, otros pertenecemos a lo que fue la Atlántida y todos procedemos del mismo origen. Quizás tu que me lees has sido Chamán o un gran sanador con técnicas que te han permitido sanar tu cuerpo y el de los demás, imagino que no lo recuerdas, pero es así. Ahora estás aquí por libre elección, tienes la capacidad de poder solventar todo eso que en tu mente más terrenal ves como un problema. Te aseguro que tus experiencias pasadas te han servido para adquirir sabiduría y maestría en determinados dones que hoy, puedes utilizar, pero es verdad… no lo recuerdas. Las situaciones en las que te ves envuelto las has creado tu mismo, para aprender, para perfeccionarte como alma, para compensar antiguos actos en otras vidas que deben ser corregidos. Todos caminamos de la mano el mismo sendero y con nosotros, seres de alta frecuencia que nos guían y prestan su ayuda, ellos son viejos conocidos para nosotros ya que llevan acompañándonos muchos eones (¿tampoco lo recuerdas?) Somos almas viejas pero estamos volviendo a despertar, cada uno a su tiempo, a su ritmo. Muchos no sabéis a dónde acudir o en qué creer. Hay vidas en las que rechazamos nuestra espiritualidad y luz para volver a recordar desde cero cómo funcionan las cosas y aquí estamos, pidiendo ayuda para que llegue a nosotros el verdadero conocimiento, la verdadera información. Acceder a ella es reconectarte con esa capacidad innata de canalizar. No hablo en el concepto comercial en el que ahora se contempla este hecho. Canalizar es conectar paso a paso con todos los “cuerpos” sutiles que vibran en frecuencias más elevadas pero que son parte de ti, prefiero decir que, desde nuestra perspectiva terrenal, nosotros somos parte de ellos. Conectar con nuestra Alma, conectarnos al Universo, acceder a la nueva energía de esta era que nos da información esencial para nuestro despertar de conciencia. Canalizando desde el alma, ese es el perfecto canal, la vía adecuada que nos permitirá conectar con el Todo con toda fiabilidad. Es un proceso sencillo pero no fácil. Requiere constancia, voluntad, firmeza. Desde los muros de tu propia percepción vives en una realidad que te has creado, una realidad que limita la verdad de todo lo que es, vivimos en 3D pero eso no es lo absoluto. Cuando se rompen estos muros tridimensionales entramos en un mundo multidimensional donde la realidad cambia y se juega con otras reglas, reglas espirituales, leyes universales. Recuerda que las cosas no son lo que parecen ser, la verdad -tu verdad- es relativa. Siempre la visión desde un plano más elevado dará una percepción diferente y más amplia y te sorprenderás al observar la grandeza de aquello de lo que formas parte. Dentro de ti existe una conexión de amor con una familia, con un grupo álmico, con un grupo intuitivo y con unos seres de alta frecuencia vibratoria que se encuentran en el núcleo de esa gran familia, ayudándote en el sistema de trabajo que escogiste realizar y que, aunque no comprendas y no entiendas, todavía, eres algo mucho más grande de lo que creías ser. Esa llamada a la búsqueda de “no se aún qué”, te revelará el verdadero camino, es una búsqueda integrada en tu sistema celular, en tu ADN. No te juzgues, no seas tan crítico contigo, rompe los muros de la dualidad y acepta el papel de ser ese que viniste a ser, avanza en el camino de tu autodescubrimiento personal y encuentra esa conexión con el Todo en tu vida. Puedes sentirlo y cuando lo consigues, esa será tu propia revelación, tu verdad, que te dará fortaleza para superar tus desafíos y circunstancias, tus fobias y enfrentamientos. Te invito a que hagas una respiración profunda y que digas: ¡COMIENZA EL VIAJE! Canalizado: Cristina Escalada ©

  • TU MISIÓN DE VIDA

    TU MISIÓN DE VIDA… Llega un momento en nuestras vidas en el que empezamos a hacernos preguntas y va mostrándose en nosotros un espacio interno que sentimos vacío o como poco, que debe ser complementado con “algo” sin tener muy claro el qué. Necesitamos respuestas. Es en ese momento en el que fijamos nuestra atención en algo cuando se van abriendo los caminos y llega la información o las oportunidades de iniciar eso de lo que no habíamos sido conscientes. Es el Despertar de Conciencia, ese llamado que te incita a buscar un nuevo significado a tu vida. Yoga, Maestros que muestran diversas doctrinas, informaciones, métodos y teorías -todos ellos diferentes entre sí-. Libros de metafísica, astrología o tarot, reencarnación, regresiones, karma, cirugía psíquica e incluso de ovnis. Interpretación de runas, gemas y piedras, plantas y sus propiedades, sanación por color, por sonido, por irradiación, por magnetismo, por imposición de manos… Historias sobre las estrellas y seres que no eran conocidos hasta el momento para nosotros, cartas solares, cartas de fases lunares, cartas álmicas. Información sobre el aura, los chakras, la meditación y hasta de sexo espiritual… … Cuanta información con la que saciar nuestra hambre espiritual; lo que está claro que el conocimiento siempre es bienvenido para ir situándonos frente al que será nuestro nuevo horizonte… Cuántas veces me han preguntado sobre cómo averiguar el propósito o misión de vida. Cada uno tiene la suya. A veces, aún confundidos e influenciados por las creencias del mundo de los deseos, pensamos que esa misión es propiamente ejercer una profesión. Si bien podemos realizar nuestro propósito a través de ella, no es en sí nuestro Plan Divino a desarrollar aquí, en el mundo de las apariencias. Las cosas nunca son como parecen… debemos tener en cuenta que en nuestra encarnación en este plano se entrecruzan dos cosas: las experiencias kármicas que debemos compensar y ese Plan Divino a cumplir. Cada uno de ellos nos aportarán cosas diferentes y podemos distinguirlos perfectamente si ponemos conciencia en observar como se muestran en nuestras vidas. Las experiencias kármicas, se comparten con personas a las que de alguna manera, hemos de compensar y -lo logremos o no- son generalmente conflictivas o de aprendizaje. No suelen fluir en armonía y cuando las superamos nosotros alcanzamos mayor comprensión sobre algo pero a su vez, hemos impactado positivamente en la vida de otra -u otras- personas. Las experiencias a través de las cuales irradiamos nuestra misión de vida, también pueden generarnos malestar ya que, mientras no conseguimos irradiar ese don o cualidad, hemos de aprender a gestionarnos, a conocernos y a “aplicarlo”, pero cuando lo conseguimos, nuestra conciencia queda expandida aportándonos una frecuencia vibratoria que irradiamos a nuestro entorno y ante todo, somos nosotros los que disfrutamos de la gran recompensa de sentirnos en paz, armonía y en el lugar que “nos corresponde”. Muchas “misiones de vida” se basan en aprender a querernos, a sentirnos merecedores, a saber perdonar, a desarrollar la compasión … Y para eso, la vida nos abre puertas desde las cuales podamos obtener ese escenario para poder aprender eso y después, irradiarlo. Muchos sentís que no estáis ejerciendo aquello que habéis venido a ejercer. Somos Creadores de nuestras vidas y aunque no seamos conscientes de ello, mantenemos una constante comunicación con esa parte tan elevada de nuestro Ser que tiene toda la información y cualidades que llenarían cualquier vacío que sintamos. He diseñado un taller para aprender a construir nuestro mundo, alineado a nuestra misión o propósito de vida. Realizamos un estudio del alma y además enseño paso a paso el proceso de manifestación, en este mundo de la forma, de todos tus anhelos y deseos. Se requieren cualidades que tienes en esa parte más elevada de ti, y junto con el Curso de Ángeles, podrás recibir las herramientas y conocimientos más eficaces que nunca hubieras imaginado y que te aportarán la fuerza que necesitas. Realizar el Curso de Ángeles conlleva hacer un trabajo de integración de esencias de 56 días. “Cada uno de nosotros tiene una misión. ¡Llegó el momento de darle cumplimiento! Y tu… ¿Qué vas a hacer con el tiempo que se te ha dado?” Cristina Escalada ©

  • LOS DIEZ ERRORES METAFÍSICOS MÁS COMUNES

    LOS DIEZ ERRORES METAFÍSICOS MÁS COMUNES EN EL CAMINAR ESPIRITUAL Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social. A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos. La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que "Dios se ha olvidado de nosotros". Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido. El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta. El Universo tiene sus "teclas" y la metafísica nos enseña ¿Cuáles son? Algunas escuelas esotéricas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer errores y a frustrarse en sus expectativas. Algunos de los errores más comunes son los siguientes: Envolverse en una burbuja de protección, o en una luz, o en color, o cualquier otro ritual que nos proteja de los peligros que existen fuera. Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales. TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño. En realidad, deberíamos realizar algún decreto o afirmación que expresara nuestra voluntad de mantenernos a salvo o incluso pedir protección al Arcángel Miguel, pero no desde el miedo a que nos hagan daño, sino por propio ritual diario que hagamos junto a otros decretos que expresemos al levantarnos. Nuestros pensamientos determinan nuestra realidad y ante todo nuestras "creencias". Por mucho que nos envolvamos en luz es importante trabajar todo lo que habita nuestra mente. Eliminar el miedo, los pensamientos de indefensión, etc. Solamente los pensamientos que hemos internalizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan. Dicho de otra manera, aquello que "sentimos" internamente que es así es lo que toma forma en el mundo externo. La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea no la internalizamos como una verdad dentro de nosotros. La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito "Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo" pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de paz, armonía y prosperidad. Enviar Luz para que otros se mejoren Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás. La mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual. Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite para no interferir en su libre albedrío. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque el problema es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo. La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el "despertar de su conciencia". Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa. El enviar la luz a la persona podría acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor. Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. Yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi Guía Interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer. En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación. Creer que vamos hacia Dios, que evolucionamos espiritualmente No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS. Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar. En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos. Tal vez el error provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está "en el cielo", como si nosotros estuviéramos separados de El. Nosotros y el "cielo" somos UNO, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual. ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar. Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución. Cuando uno se aflige por la enfermedad de un ser querido, agrava esa enfermedad, le da más fuerza y poder. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona. Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino. Creer que "uno" a sido elegido por Dios Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso. Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida. Esta forma de arrogancia también se ven en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo Dios. Todos somos iguales antes los ojos de Dios. Para El, nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretación y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo divino. "Sacrificarse por otros" No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio. El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de la acción equivocada de nuestro ego. El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. Por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo. La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas. Depender de amuletos, estampas religiosas, cristales, imágenes, velas o cualquier tipo de elemento Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) produce cambios en nuestra vibración personal y que pueden ayudarnos en el proceso curativo. También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces para bien, otras para mal. Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen. Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes. Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, los demon** y las energías negativas pueden afectarla. Vivimos en un Universo Mental. "Todo lo que Creemos se hace Realidad". ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina? Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente. Creer más en ser guiados por otros que en nuestro propio valor. Idolos Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego. La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán. Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior. No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo. El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar. Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la "voz de tu intuición" y buscarás guías externas. Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio. Evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la "Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti". Creer que los maestros espirituales son sólo aquellos que nos proveen de información teórica Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantados y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego. Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen "disfrazados" de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás. Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba. Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona... hasta que aprendan a mostrar amor. Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los "libros" que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que "nos toman el examen" para ver si pasamos la prueba o no. Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos "pega". Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento. Creer que no podemos enfadarnos, tener miedo, o sentir cualquier otra emoción negativa por estar en el sendero espiritual. Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo. Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos la sensaciones y las emociones de este plano. Algunas de ellas son muy placenteras, otras no. El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer. Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse. En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: "Todo está bien en mi mundo", cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien. La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir. La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer por que necesitamos de él para actuar en este plano. La "solución" es ponerlo alineado con nuestro Espíritu. Amablemente, le podemos decir al ego que: "A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos". Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interior, nunca podemos fallar.

  • ARCÁNGEL MIGUEL

    ARCÁNGEL MIGUEL “Lucifer “el que lleva la luz” era, entre todos los ángeles, aquel que Dios había creado con todo su esmero, haciéndolo tan bello que después de él no había nada que en belleza pudiera comparársele. Pero, tanta hermosura perdió al ángel que, sintiéndose inmensamente hermoso y henchido de soberbia se creyó igual a su creador y le desafió. Entonces otro espíritu bello y radiante apareció como rayo de la guerra y combatió con él y le venció, precipitándole del cielo abajo al tiempo que exclamaba ¿Quis ut Deus? (¿Quién como Dios?). Era este San Miguel, en hebreo Michael, que por este acto de arrojo y amor a Dios se convirtió en príncipe de los ángeles y el más bello de todos pues a su hermosura propia fue transferida la que en castigo el perverso había perdido.” Los Arcángeles pertenecen a la tercera jerarquía celestial, pero cuando se habla del Arcángel Miguel llamándole Príncipe de los ángeles no debe entenderse que se le califica como el primero dentro de su coro, sino dentro de los nueve coros y toda la jerarquía, por lo que viene a ser el espíritu más elevado de la llamada Santísima Trinidad. El Arcángel Miguel es el Primer Ángel del “Cielo”, que sostiene y defiende al universo manifiesto dentro de su “Anillo no Pasarás”, para que las tinieblas de la Inmanifestación no se inmiscuyan en él. Es el Arcángel de la protección. Cuando el Universo fue creado, se le hizo un espacio dentro de la oscuridad que existía; esta oscuridad es desorden y es llamada “caos”. Lo que se ordena dentro del proceso de Luz que se origina en el Universo, con los planetas girando armónicamente, es llamado “Cosmos”. La palabra “Cosmos” es la antagónica al “Caos”. Por ejemplo, una casa en desorden, donde los lápices están en la cocina y las ollas en el escritorio; en el salón la cama para dormir y en el dormitorio el mueble del recibidor, es “Caos”, allí no está el Arcángel Miguel. Pero cuando hay orden, armonía y cada cosa está en su lugar, a eso se le llama Cosmos. Lo que diferencia el “Cosmos” del “Caos” es una línea que tiene el Arcángel Miguel. Todo lo que es caótico es “demoníaco”, pertenece a la oscuridad, porque es desorden y el caos son lo único que puede existir “diabólico” en nosotros. Igualmente sucede con las enfermedades; por ejemplo, se puede considerar al cáncer como un caos metido dentro del cosmos de nuestro micro universo. Donde hay orden hay Cosmos, está “Dios”. El Caos es lo que podemos considerar como “fuerza siniestra” y el Cosmos es “Dios”, que pone orden y permite que ese Cosmos aparezca. En medio de todo esto, quien diferencia el desorden del orden es el Arcángel Miguel con la espada. El Arcángel Miguel es quien protege para que el caos no se meta dentro del Cosmos. En la Jerarquía espiritual de la Tierra, el Arcángel Miguel es un Ser primordial, pues existía antes que los Maestros que nosotros conocemos, como el maestro Saint Germain, El Maestro El Morya, etc. Esto significa que estos Maestros se inclinan en reverencia ante Él, aunque sea un Arcángel perteneciente a la evolución angélica, pues se trata de un Ser primordial en la manifestación, es decir, antes de que existiera El Sistema Solar y la Tierra, Él ya existía. El Arcángel Miguel es energía, es decir, aunque veamos imágenes de Él, la realidad es que no tiene “boca”, “Orejas”, “nariz”, no tiene un cuerpo físico pues si fuese físico deberíamos ubicarlo en un lugar, mientras que Él es un Ser presente en todas partes al mismo tiempo. Esta energía poderosa e inteligente a la que llamamos Arcángel Miguel es la que nos permite rechazar las energías siniestras de baja vibración, todo tipo de magia o ritual oscuro, maleficios y maledicencias, para que después la Llama Violeta las transmute al ser invocada. Todos los Seres Divinos y por eso, también el Arcángel Miguel, están representados por unos enormes ojos, inmensos, sin párpados, no parpadean; por ese motivo es que vemos las imágenes de los Maestros con unos inmensos ojos que se comen la cara: porque ellos son pura atención. Los Maestros no saben lo que puede suceder con uno de sus discípulos en el momento en el que cierren los ojos, o qué le puede pasar a la Tierra, por lo tanto, Ellos son la atención pura y nosotros deberíamos ser iguales, y estamos en este aprendizaje para eso. El Arcángel Miguel tiene una espada para impedir que lo negativo pase y un escudo que dice: “ALFA y OMEGA”; esto significa que Él es el Principio y el Fin. En su escudo se observa también un ojo, que es la visión omnipenetrante. El Arcángel Miguel energetiza su “Poder Defensor del Primer Rayo” en una Flamígera Espada de Luz Azul que sostiene a todos los niveles de constitución atómica, ya que la Espada es su Patrón Electrónico”.

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